Estaba leyendo varios artículos en una revista y me llamó la atención este al que hago mención porque es la enfermedad que cada vez cobra más fuerza entre jóvenes y mayores. Puede ser que los factores a los que nos enfrentamos hoy en día son más peligrosos para tu salud, una vida agitada, comidas rápidas y poco saludables, malas noticias por doquier, al final hacen mella en tu organismo, hasta que el reloj de tu interior explota.
La investigación puede ayudar a predecir cuál será la evolución de los pacientes por ictus isquémico (la pérdida de riego sanguíneo en el cerebro por una embolia), una enfermedad que constituye la segunda causa de muerte en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Han estudiado la relación que existe entre la proteína Lipocalina Asociada a Gelatinasa de Neutrófilos (NGAL) y las víctimas de un ictus isquémico. "Tras analizar la sangre de los afectados por un infarto cerebral, hemos comprobado que aquellos que tienen niveles más altos de NGAL tras el ictus han tenido una recuperación mucho peor que los que tienen niveles bajos de NGAL", agregó.
El estudio de estos biomarcadores sirve para poder hacer un diagnóstico más urgente del paciente, para poder predecir cómo evolucionará su cuerpo tras el infarto cerebral y qué grado de éxito tendrá la terapia post-ictus. Los datos que se desprenden de los biomarcadores se contrastan con otros agentes, como la edad o la tensión del paciente, para poder efectuar un diagnóstico previo lo más fiable posible.
"Estamos buscando, por ejemplo, biomarcadores que nos indiquen si el ictus que ha sufrido la persona es de tipo isquémico o hemorrágico, porque a simple vista los síntomas de ambas dolencias son los mismos", declaró el investigador.
Ambos derrames se diferencian porque uno se produce cuando una arteria que lleva oxígeno al cerebro se obstruye por un coágulo de sangre (ictus isquémico) o se rompe (hemorrágico).
"Dar con un biomarcador que diferencie a un ictus del otro ayudaría mucho para tener un diagnóstico rápido, especialmente en una situación de emergencia como es un infarto cerebral, porque hasta la fecha solo puede saberse qué tipo de ictus es mediante un TAC", (Tomografía Axial Computarizada) ,destacó.
Los investigadores indican que el trabajo ha contribuido a resaltar la relevancia que pueden tener los biomarcadores como predictores, pero la tarea ahora es llevar a cabo más estudios para identificar al biomarcador con la mayor sensibilidad y especificidad.
Esperemos que pronto tengamos los estudios y pruebas terminadas para que los médicos tengan otra herramienta en sus manos para bien de la humanidad.
Hasta un nuevo hallazgo informativo.
Emma.
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